De manera simbólica los niños y niñas sembraron paz, amor y educación, llevando a cabo una jornada lúdico-educativa donde plantaron 5 individuos de Ocobo rosa, aprendiendo sobre el proceso de siembra y la importancia de los árboles emblemáticos de la ciudad, junto a profesores, voluntarios e invitados se generó en estas pequeñas mentes la conciencia ambiental necesaria para formar adultos responsables con el medio ambiente.
Esta actividad se dividió en tres partes.
Primera: Los niños y niñas pintaron piedras con temperas de colores, realizando diferentes dibujo y figuras, con el fin de explotar la creatividad de cada uno de ellos.
Segundo: Se llevó a cabo la limpieza del terreno donde serían sembrados los árboles, luego ellos mismos hicieron el hueco y removieron la tierra donde enterarían el árbol
Tercero: Retiraron el árbol de la bolsa y lo pusieron en su lugar, llenando lo sobrante de tierra, para finalmente poner las piedras que pintaron.